No te engañes a ti mismo
- Pastor Diomedes Franco

- 22 sept
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 sept
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.(Galatas. 6:7)
Hay personas que pueden ver errores en todos los demás pero si mismo se ven perfectos. Yo
Prefiero reconocer mis gigantes. Me resulta más provechoso a la larga hacerme dolorosamente consciente de mis limitaciones, mis luchas personales, las circunstancias conflictivas de mi vida. Tengo que nombrar mis gigantes, darles nombre y apellido.
Es importante que nosotros entendamos lúcidamente lo que estamos viviendo, que no vivamos pensando en pajaritos en el aire, como el avestruz, con la cabeza metida en la arena, pensando que si hacemos caso omiso del problema, no tendremos que confrontarlo.Dios quiere un pueblo realista, no para obsesionarse con los problemas, pero sí para saber específicamente cómo solucionarlos.
Mucha gente está viviendo una vida artificial, sin mucha relación con la realidad que verdaderamente habitan. Esconden o niegan sus partes oscuras, culpan de todo a los demás; ignoran los problemas financieros hasta que les dan con un bate en la cabeza. Ahí está la pobre mujer diciéndole al esposo, “Mira, paga la cuenta de la luz, que ya nos hemos atrasado dos meses”. Y él contesta, totalmente despreocupado: “No te apures, que todavía tenemos mucho tiempo”. Y llega el día que trata de prender la luz, y… nada sucede. ¡No! Dice al final porque no asumió responsabilidad; sea específico en definir sus problemas. Tener claridad es clave en la vida en todas áreas de la vida. El ser específico al abordar las situaciones de la vida es uno de los principios más poderosos para el éxito.
La fe no anula la necesidad de hacer nuestra parte antes de presentar nuestros problemas al Señor. En ocasiones, Dios querrá que analicemos lúcidamente la situación que estamos viviendo, los elementos que nos han llevado al punto de crisis, los defectos de nuestra personalidad que continuamente nos llevan al borde del desastre, antes de intervenir milagrosamente a nuestro favor.
En ocasiones, queremos agotemos primero los recursos naturales que tenemos a nuestra disposición, antes de buscar la intervención sobrenatural. En el relato de la multiplicación de los panes y los peces, por ejemplo, primero envía a los discípulos a explorar entre la multitud y descubrir con qué recursos cuentan (cinco panes y dos peces) antes de tomarlos en sus manos y multiplicarlos milagrosamente.
Dios se glorifica en el hombre y la mujer que asume su responsabilidad de vivir una vida sobria e íntegra, caminando con paso firme y seguro, haciendo su parte en vez de dejárselo todo a Dios.
Pídele a Dios sabiduría para entenderte a ti mismo y el contexto en que te mueves. Pídele que te ilumine para conocerte a ti mismo y las personas con quienes te relaciona cada día. Pídele una mirada lúcida, iluminada en su Palabra y el Espíritu Santo, para ver las cosas exactamente como son, en vez de engañarte a ti mismo disfrazándolas o dándoles un nombre equivocado.
Si comienzas a tomarte en serio, como Dios te toma, y te propones vivir una vida de propósito y lucidez, los recursos del cielo estarán a tu favor, y recibirás la sabiduría que necesitas para vivir de victoria en victoria.
Quizás has tenido que enfrentar momentos difíciles en tú vida porque no ha sido sincero contigo mismo, por no reconocer tus errores y limitaciones.
Dios puede ayudarte en este día, pídele su ayuda en este momento.
Bendiciones,
Diómedes Franco



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